Patrimonio cultural de la Ribera del Marco
El arroyo de la Madre constituyó en el pasado un importante
curso de agua por su caudal y por las numerosas industrias
harineras, batanes, o tenerías que se ubicaban en sus riberas, así
como huertas y fuentes. Actualmente este patrimonio cultural ha
desaparecido en buena parte, ya sea cubierto por nuevas
construcciones o derruido. No obstante, la Ribera cuenta con
algunas fuentes de larga tradición en la ciudad que son muy
conocidas por los cacereños e incluso siguen frecuentándose para
recoger sus aguas.
- Charca del Marco o Fuente del Rey. Es una surgencia
cárstica del Calerizo, por donde afloran las aguas infiltradas y
acumuladas en las calizas de los alrededores de Cáceres. La
cantidad de agua que mana es considerable, aunque la explotación
intensiva de los numerosos sondeos realizados en su entorno pone
en riesgo su caudal en los meses y años de mayor sequía. Durante
años sus aguas abastecieron a la ciudad, y sirven aún hoy para
regar las numerosas huertas de sus riberas.
- Fuente Concejo. El noble D. Alfonso Golfín la mandó
construir en la segunda mitad del s. XV con piedra de granito y
depósito abovedado. Desde hace siglos ha sido la más popular,
transitada y admirada de las fuentes cacereñas, por su
emplazamiento estratégico y por la abundancia de sus aguas
silíceas. Consta de bóveda y 6 arcos, separados en dos
porciones, una para los hombres y otra de las mujeres. Fue
clausurada en junio de 1964 por orden gubernativa, ya que estaba
contaminada y representaba un peligro para la salud pública
(fiebres tifoideas de los años 50-60). Desde 1992 la Escuela
Taller de la Universidad Popular de Cáceres la ha restaurado en
diversas fases.
- Fuente Fría. Situada junto a “La Troncha” o vereda
que conduce al Santuario de la Montaña. En 1964, cuando las
demás fuentes fueron clausuradas por estar contaminadas, una
orden del Gobernador Civil permitía su utilización. En la
actualidad, los cacereños siguen acudiendo a ella para
abastecerse de agua, al atribuirle a ésta una gran. Desde la
década de los 90 ha sido remodelada varias veces.
- Fuente Rocha. Esta fuente nunca ha dispuesto de mucho
caudal, por lo que no se usaba para el riego y fue clausurada en
1964. Se restauró en el año 1993 y sirvió para abastecer a la
Barriada de San Marquino durante los años cincuenta. De estilo
neomudéjar, es citada en documentos del S. XVIII junto a otras
fuentes.
- Museo de Historia y Cultura Casa Pedrilla. Fundación
Guayasamín. El hijo de Don Francisco Martín Pedrilla y Doña
Ana de Lancaster Laboreiro fue cónsul en Cáceres durante muchos
años, quizá por su ascendencia portuguesa, estilo que deja verse
en la construcción de la señorial casa, que alberga los fondos
proceden del patrimonio artístico de la Diputación Provincial y
de donaciones hechas por particulares. Desde documentación sobre
personajes ilustres (de la música, letras, investigación o
política), artistas plásticos, pintores y escultores, hasta un
recorrido didáctico por la prehistoria e historia de
Extremadura. En el recinto ajardinado, se encuentra la Fundación
Guayasamín, con obras del insigne pintor ecuatoriano y muestras
de Arte Precolombino y Colonial. El edificio está construido
sobre un antiguo lavadero público de la ciudad de Cáceres, y
entre las instalaciones restauradas se encuentra un molino de
aceite cuya actividad estaba muy ligada al curso fluvial de la
Ribera del Marco.
- Museo de Cáceres-Palacio de las Veletas y Casa de los
Caballos. Este solar que ocupan ahora el Palacio de las
Veletas y la Casa de los Caballos estaba destinado anteriormente
a la Alcazaba árabe. Prueba de ello es su conocido aljibe de los
siglos XI-XII. El resto de lo que actualmente puede verse del
edificio es obra de los siglos XV, XVII y XVIII. El Museo de
Cáceres contiene una colección que abarca desde la Prehistoria
hasta la época Visigoda, otra de Etnografía, además del aljibe
hispano-árabe y la colección de Bellas Artes con obras del Museo
del Prado, del Obispado de Coria-Cáceres y de la Diputación
Provincial. En su fachada posterior los mechinales residuales de
su construcción sirven de interesante refugio para palomas,
grajillas y cernícalos, aves de interés para su observación, más
aún en un enclave tan singular y en un Palacio que es visitado
cada año por más de 150.000 personas.
- Centro de Interpretación de las Tres Culturas de la Torre
de Bujaco. El centro se ubica en la Torre Bujaco, en una
sala amplia con bóvedas de ladrillo y columnas en las que
mediante paneles se van explicando los distintos periodos
históricos y los restos más importantes presentes en la ciudad.
Un facsímil de los Fueros de la Ciudad del rey Alfonso IX, una
fotografía del pendón de San Jorge, la bandera más antigua del
Concejo y escudos de las familias más destacadas, entre otros.
En la zona superior de la torre se encuentra un excepcional
mirador desde el que se divisa gran parte de la ciudad y sus
alrededores, que ayuda a interpretar un relieve de bronce.
- Arco del Cristo o Puerta del Río. Única puerta romana
que se conserva de las cuatro que existieron en un inicio. Este
arco da acceso a la Judería Vieja y a la Cuesta del Marqués, una
de las calles más pintorescas de la Zona Monumental, así como el
resto del entorno, y comunica con Fuente Concejo y las huertas
de la Ribera.
- Arco de la Estrella. Se cuenta que el origen de la
Puerta Nueva fue un boquete realizado en uno de los muchos
combates que tuvo que sufrir esta muralla. La Torre de los
Púlpitos se construyó para protegerla. La quinta y más reciente
puerta de muralla. Une la Plaza Mayor con la Plaza de Santa
María ambas centros neurálgicos de la ciudad durante varios
siglos. Esta puerta-arco fue construida en 1726 por Larra
Churriguera transformando una anterior conocida como La Puerta
Nueva del siglo XV, que atravesaron en alguna ocasión los Reyes
Católicos. El actual arco, tiene esta peculiar forma para
permitir el paso de carruajes. En su parte interior posee una
hornacina barroca con la imagen de La Virgen de la Estrella y un
farolillo también con forma de estrella. A esta imagen se
confiaban los viajeros cuando salían de la ciudad y a ella
agradecían la vuelta.
- Palacio de Carvajal. Su fachada sigue la tipología
típica de los palacios cacereños con balcón de esquina, escudo
frontal de grandes dimensiones y puerta en arco de medio punto
con dovelas radiales. Su huerto - del que destaca la higuera -
es un claro ejemplo de los espacios verdes interiores que pueden
encontrarse aún hoy en estas edificaciones de la Zona
Monumental. En este edificio se encuentran las dependencias del
Patronato de Turismo y Artesanía de la Diputación y el Centro de
Interpretación de las Comarcas de la Provincia de Cáceres.
- Iglesia del Espíritu Santo. Esta antigua ermita,
hospital ocasional y parroquia en la actualidad, constituye uno
de los mejores ejemplos de arquitectura mudéjar en Cáceres. Sus
elementos constructivos más antiguos pertenecen al siglo XIV,
aunque ha sufrido modificaciones y reconstrucciones por sus
vicisitudes históricas (fue destruida por las tropas francesas y
el Empecinado). En el exterior posee pórtico lateral con arcada;
el interior está distribuido en naves con arcos de ladrillo y
pilares de piedra, con cabecera ochavada; la cubierta es una
techumbre de madera. Destacar también las esculturas que
contiene, sobre todo, el Cristo del Humilladero, de gran
devoción en la ciudad. Junto a la Ermita se encuentra un crucero
de granito, una cruz sobre columna y plinto de cuatro gradas.
Los cruceros se situaban como símbolo de devoción o demarcación
de límites en las encrucijadas. Está localizada en el tramo alto
de la Ribera del Marco y constituye un elemento cultural de gran
interés para su interpretación.
- Iglesia de Santiago. Está situada fuera del recinto
amurallado, en la zona de Caleros. En el exterior destacan sus
portadas góticas con arquivoltas y enmarcadas por alfiz. En el
interior muestra una única nave cubierta con bóvedas de crucería
y con un amplio coro a los pies. Hay que destacar el magnífico
retablo mayor, encargado en 1557 al maestro Alonso de Berruguete,
asentado en Valladolid y uno de los principales escultores
manieristas españoles. La estructura de esta imponente iglesia
sostiene una importante colonia de cigüeña blanca, palomas,
grajillas y cernícalos.
- Ermita de San Antonio. En Cáceres, la Ermita de San
Antonio se construyó en el siglo XV por iniciativa de la familia
Golfín en el lugar que ocupaba la Sinagoga de la Judería Vieja.
Se trata de una pequeña ermita de una sola nave y con un retablo
en el ábside donde se veneran las imágenes de San Antonio de
Padua, San Juan Bautista y la Sagrada Familia; en el remate, a
San Miguel Arcángel. El exterior tiene la belleza de la
arquitectura popular. El entorno en el que está ubicada esta
ermita es uno de los más pintorescos del Conjunto Monumental y
presenta espectaculares vistas a la Ribera del Marco.
- Judería Vieja. De mayor extensión que la Judería
Nueva, ha conservado una fisonomía de viviendas populares de
casas de una planta con paredes encaladas, vanos desorganizados
y grandes chimeneas de ladrillo. El barrio se adapta a los
desniveles del terreno, por lo que existen cuestas empinadas
disimuladas por pretiles que le dan el nombre popular de Barrio
de la Quebrada.
- Iglesia y Convento de San Francisco. Ha tenido
distintos usos a lo largo de su historia: residencia de
personajes famosos, sede del Colegio de Teología Escolástica y
de una relevante biblioteca, cuartel y caballerizas en época de
guerra, hospital provincial, casa de misericordia, refugio de
pobres transeúntes y colegio-residencia de huérfanos de la
provincia. A partir de 1981 se convirtió en el Complejo Cultural
San Francisco, sede de la Institución Cultural El Brocense de la
que depende la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco, una
escuela de danza y un conservatorio de música. En la actualidad
dedica gran parte del tiempo a la celebración de congresos y
exposiciones, en su gran iglesia-auditorio, cuatro grandes
salas, cuatro claustros y otros espacios, donde también se
celebran conciertos, representaciones teatrales, conferencias,
exposiciones...
Sobre su estructura vive una gran colonia de cigüeñas blancas
que pretendemos seguir de cerca gracias a la utilización de
nuevas tecnologías, mediante el uso de cámaras de vigilancia.
- Iglesia y Convento de Santo Domingo. Pertenece a la
Orden Franciscana. La iglesia se construyó en el siglo XVI. La
portada de la Iglesia es de medio punto, sobre ella aparece una
hornacina con la imagen de la Virgen Inmaculada. El interior
tiene planta de cruz latina, con capillas entre contrafuertes y
presbiterio ochavado. El retablo mayor, datado en el siglo XVII,
está presidido por la imagen policromada de Santo Domingo, de
mediados del siglo XVIII. La colonia de cigüeña blanca que vive
en la cubierta de esta Iglesia es una de las más importantes de
Cáceres.
- Iglesia de San Juan. En esta misma plaza, alrededor
de la iglesia, se realizaban las ferias de ganado. Los ganaderos
y pastores se fueron asentando en su entorno, fuera del recinto
amurallado. La iglesia de San Juan es una de las parroquias más
populosas de la ciudad. Se la llamó antiguamente San Juan de los
Ovejeros, porque como comentábamos anteriormente, en la zona se
asentaban los ganaderos trashumantes que visitaban la ciudad. La
iglesia es del siglo XIII pero con profundas reformas en los
siglos XIV, XV y XVII. En los años sesenta del siglo XX, la
iglesia se remodeló para devolverle su estilo original,
eliminando el retablo y los adornos posteriores.
Sobre la cubierta de esta Iglesia viven cigüeñas blancas y
cernícalos primillas que son fácilmente observables.
- Iglesia de San Mateo. La iglesia, construida en el
siglo XVI, posiblemente sobre el solar ocupado por una antigua
mezquita, tiene un proceso constructivo muy largo, de casi
trescientos años. Destaca su portada con decoración plateresca.
En el interior, el retablo mayor de pino en su color es obra de
Vicente Barbadillo y fue realizado alrededor de 1766. La capilla
de los Sande, actual sacristía, tiene el interior gótico con una
hermosa bóveda de crucería estrellada. En los muros se
encuentran los enterramientos de las familias nobles de la
ciudad: Ovando, Golfines, Paredes, Saavedra, etc. Está ubicada
en la plaza del mismo nombre. Parece que fue la Plaza de Armas
de la ciudad musulmana. En la Edad Media y principios de la Edad
Moderna, fue una de las dos colaciones intramuros en torno a las
cuales se disponían los palacios y casas fuertes de las más
importantes familias nobiliarias.
- Iglesia de San Francisco Javier. Este conjunto de
Iglesia y Colegio construido por la Compañía de Jesús en el
siglo XVIII, siguiendo el estilo barroco, preside un gran
espacio en el centro de la Zona Monumental. La fachada de la
iglesia tiene arco de medio punto y una hornacina cobijando la
imagen de San Francisco Javier y está flanqueada por dos torres
cuadradas rematadas piramidalmente. El interior es de una sola
nave, con capillas laterales y cúpula sobre el crucero. El
retablo mayor tiene columnas corintias enmarcando un lienzo que
representa el "Milagro del Cangrejo". Está situada en la Plaza
de San Jorge, entre las plazas más antiguas de Santa María y de
San Mateo. La escultura de San Jorge, patrón de la ciudad, le da
nombre y preside la plaza desde una hornacina.
Este monumento arquitectónico es espectacular además desde el
punto de interés para la observación de aves. En sus cubiertas
anidan al menos 10 parejas de cigüeña blanca, mientras que los
mechinales de sus fachadas son ocupados por grajillas, palomas,
estorninos, pero sobre todo, cernícalos primillas, para criar.
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