Inicio       Cámaras       Cuaderno       Fotografías       Noticias 
     La Ribera del Marco      Localización      Patrimonio natural      Patrimonio cultural      Proyecto      Agradecimientos    

Patrimonio natural de la Ribera del Marco

La Ribera del Marco cruza la ciudad de Cáceres de Sur a Norte por la parte Este de la misma. Se genera por la existencia del Calerizo, ese manantial extraordinario que dio lugar al establecimiento de los primeros pobladores de la ciudad de Cáceres. Casi todas las capitales de provincia españolas se asientan en las inmediaciones de ríos de cierta envergadura, en este caso basta una pequeña ribera que en otro tiempo debió tener agua abundante y pura, constituyendo un atractivo especial para el asentamiento de los primeros habitantes de Cáceres.

Alrededor de este enclave, la ciudad fue creciendo y se fue extendiendo hacia el oeste por otros intereses de cada momento de la historia pero siempre, la ribera fue un enclave especial para Cáceres, sobre todo porque en las inmediaciones del cauce se cultivaban verduras y hortalizas que daban alimento a una buena parte de la ciudad.

La utilización de este enclave ha ido evolucionando de acuerdo con los avatares de cada momento y llegamos al actual y, nos encontramos con una ribera deteriorada, abandonada a su suerte, recogiendo aguas de todo tipo, con residuos abandonados por doquier, con huertos cultivados en parte, olivos, granados, cañaverales y una fauna variada que encuentra aquí un refugio especial, en medio de la ciudad de Cáceres. Destaca un gran número de aves que sorprende a extraños y residentes, amantes de las aves.

Desde este lugar es perfectamente posible observar milanos reales (Milvus milvus) especie catalogada en España en peligro de extinción, cernícalos primillas (Falco naumanni) e incluso buitres negros (Aegypius monachus), especies todas ellas con una marcada importancia internacional muy buscadas por muchos de los turistas que visitan nuestra ciudad y que compatibilizan el gusto por el patrimonio cultural con el natural y con frecuencia con el gastronómico. Del primero y el último saben mucho los visitantes de Cáceres porque lo disfrutan desde hace años; pero del natural no tanto porque siempre se ha tenido la idea de que había que desplazarse unos kilómetros para ver aguiluchos cenizos (Cyrcus pygargus), avutardas (Otis tarda), abubillas (Upupa epops) o martines pescadores (Alcedo atthis).

En este estudio presentamos todo ese potencial natural de la Ribera del Marco, en medio de la ciudad; desde el interior de muchas casas se puede estar escuchando el rumor del agua de la ribera que se desliza por pequeñas cascadas en las que buscan su alimento el zorzal común (Turdus philomelos), la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), la polla de agua (Gallinula chloropus) e incluso la garceta común (Egretta garzetta) y la impresionante garza real (Ardea cinerea).

Toda esta riqueza faunística hace de este lugar un enclave con muchas posibilidades de aprovechamiento turístico que ligado al encanto cultural de los pequeños huertos puede generar empleo y contribuir al mismo tiempo a un desarrollo sostenible en toda la zona.

El patrimonio cultural de la ciudad de Cáceres es de sobra conocido, no obstante destacaremos algunos monumentos y lugares más ligados a este entorno ribereño o que simplemente se observan perfectamente desde la Ribera.

La Ribera del Marco cobra una cierta entidad en la Fuente del mismo nombre, con un estanque que almacena bastante agua. A medida que nos desplazamos siguiendo el curso del agua nos vamos encontrando con diferentes fuentes con un atractivo especial para los cacereños por la historia que encierra cada una de ellas. Primero la Fuente Fría de la que siguen bebiendo muchos habitantes de Cáceres, después Fuente Concejo junto al Puente de San Marquino y un poco más abajo Fuente Rocha. No lejos nos queda el Puente de San Francisco junto a la Casa Pedrilla y Museo de Guayasamín, muy cerca del Convento de San Francisco que hoy acoge la Institución Cultural El Brocense de la Excma. Diputación de Cáceres.

Desde el inicio de su curso se pueden observar indicios culturales de la actividad humana tradicional en la zona. Hoy se observan huertas abandonadas con algunos animales domésticos, lo que queda de viejos pozos artesanos y pastizales con puertas de hierro que recuerdan su utilidad de antaño.

Desde la Fuente del Marco hasta el Cerro de la Butrera, desde la margen derecha de la Ribera, tenemos una impresionante vista de la parte antigua de la ciudad de Cáceres, todo un espectáculo de historia y patrimonio cultural.

Estudio fenológico de la avifauna

En las prospecciones realizadas hasta el 30 de marzo de 2012, se han encontrado en y desde la Ribera del Marco, 61 especies diferentes de aves de las que 46 están presentes en el Catálogo de Especies Amenazadas de Extremadura, 4 de ellas declaradas sensibles a la alteración de su hábitat que son el buitre negro (Aegypius monachus), cernícalo primilla (Falco naumanni), aguilucho cenizo (Circus pygargus) y avutarda (Otis tarda). Tenemos también dos especies catalogadas como vulnerables que son el milano real (Milvus milvus) y la carraca (Coracias garrulus). Las 40 restantes se encuentran como de interés especial.

A nivel nacional nos encontramos con una especie en peligro de extinción, el milano real ya citado y como vulnerable el buitre negro también citado anteriormente.

Medio urbano

En el medio urbano situamos a un total de 10 especies entre las que destacan el cernícalo primilla por su problemática y su evolución decreciente y la cigüeña blanca (Ciconia ciconia) por su identidad con la ciudad de Cáceres, la capital de provincia con más nidos de cigüeña.

Otras especies presentes son la grajilla (Corvus monedula), la paloma bravía (Columba oenas) con mucha hibridación con la paloma doméstica, la lechuza común (Tyto alba), frecuente en los desvanes de los edificios antiguos, el estornino negro (Sturnus unicolor), el omnipresente gorrión común (Passer domesticus), la golondrina común (Hirundo rustica), el avión común (Delichon urbica) y el vencejo común (Apus apus).

Jardines y huertas

En huertos y jardines cercanos a la Ribera nos hemos encontrado hasta con 18 especies diferentes de aves entre las que destacan los pequeños paseriformes como herrerillos (Parus caeruleus), verderones (Carduelis chloris), carboneros (Parus major) mosquiteros (Phylloscopus collybita) las currucas cabecinegra (Sylvia melanocephala) y capirotada (Sylvia atricapilla), fringílidos conocidos como el jilguero (Carduelis carduelis) y el verdecillo (Serinus serinus). Entre los córvidos destacan la urraca (Pica pica), el rabilargo (Cyanopica cyanus) y el arrendajo (Garrulus glandarius). Otras especies conocidas y frecuentes son la tórtola turca (Streptopelia decaocto), la abubilla (Upupa epops), el petirrojo (Erithacus rubecula), la golondrina dáurica (Hirundo daurica), la tarabilla común (Saxicola torquata), el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) y el habitual mirlo común (Turdus merula).

Estepas y pastizales

En los pastizales cercanos, huertos y olivares abandonados, hemos encontrado 12 especies, entre las que destacan especies de gran tamaño como la avutarda (Otis tarda), rapaces como el aguilucho cenizo (Circus pygargus), el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), milano real (Milvus milvus) y milano negro (Milvus migrans). Otras especies presentes en este medio son la cogujada común (Galerida cristata), la calandria (Melanocoripha calandra), el triguero (Miliaria calandra), la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), la carraca (Coracias garrulus) y el buitrón (Cisticola juncidis).

Medio acuático de la Rivera y las Riberas

Alrededor de este medio viven 11 especies de aves entre las que destacamos por su tamaño y por ser habituales, la garza real y la garceta común. En perfectas formaciones cada tarde y cada mañana se observan bandadas de gaviota sombría (Larus fuscus) y gaviota reidora (Larus ridibundus) en su peregrinar diario, cada mañana, desde el embalse de Guadiloba a la planta de compostaje, donde se alimentan, y el trayecto contrario por las tardes para acudir a sus habituales dormideros. Nos ha sorprendido especialmente la presencia de polla de agua en la rivera, así como el andarríos grande (Tringa ochropus). Las garcillas bueyeras son frecuentes hacia dormidero y en las huertas del curso medio de la rivera. Son frecuentes sobre las aguas las lavanderas cascadeña y blanca (Motacilla alba) así como el ruiseñor bastardo (Cettia cetti) cantando oculto entre la vegetación ribereña. En las inmediaciones, cerca de los huertos y pastizales, encontramos grupos, a veces numerosos de avefrías (Vanellus vanellus) y siguiendo el curso de la rivera es frecuente avistar la silueta rápida del martín pescador.

Medio agrícola y forestal

Este área se aleja un poco más de la zona de estudio pero da cobijo a varias especies propias del mismo que son observadas con frecuencia desde los itinerarios próximos a la rivera. Podemos destacar 8 especies muy conocidas por su gran tamaño en el mundo de las aves; entre ellas están los buitres leonado (Gyps fulvus) y negro, frecuentes en vuelo. Fáciles de ver son las rapaces forestales típicas como el águila calzada (Hieraetus pennatus), el águila culebrera (Circaetus gallicus) y el ratonero (Buteo buteo). Entre las rapaces nocturnas son frecuentes en las inmediaciones de la ribera el cárabo (Strix aluco) y el autillo (Otus scops) y otra especie de paseriforme ligada siempre a los nidos de rapaces es el gorrión moruno (Passer hispaniolensis).

Entre las aves migradoras por excelencia podemos observar desde la rivera cada año a grandes grupos de grullas (Grus grus) cuando buscan sus zonas de invernada en octubre-noviembre y cuando regresan hacia las zonas de reproducción en los meses de febrero-marzo.

El conocimiento de la presencia de estas especies ha generado ya la edición de la Guía de la Avifauna de la Ribera del Marco que será ampliada con el conocimiento de todas las especies estivales que en estos meses de primavera regresan de sus cuarteles e invierno para reproducirse en nuestra tierra.

Finalmente es necesario destacar las acciones directas llevadas a cabo para favorecer a especies en peligro como el cernícalo primilla frente a las abundantes grajillas y palomas. Se ha procedido a la construcción de una pequeña pieza que reduce sensiblemente la entrada del mechinal en el que construyen sus nidos estas tres especies, con el fin de que tenga acceso el cernícalo pero no lo puedan utilizar las otras dos especies invasoras.

En definitiva, y creemos que es lo más importante, estamos ante un potencial turístico de gran calado, aprovechando la afición por las aves y el tirón que de hecho tiene Cáceres para el turismo internacional.

Consideramos que la Ribera del Marco debe ser puesta en valor con una pequeña atención de saneo de sus aguas, limpieza de cauces, medidas atractivas para las aves como comederos artificiales, cajas anidaderas que faciliten su reproducción y unos itinerarios ornitológicos hábilmente diseñados, desde los que podemos proporcionar un recurso turístico más para esta preciosa ciudad de Cáceres, que sin duda alguna contribuirá a la generación de empleo en el más amplio sentido del desarrollo sostenible.